viernes, 30 de noviembre de 2012

She Could Be

She Could Be.
That one in a hundred million. A secret the world's been keeping. The music that keeps repeating inside your mind. Like an angel on your shoulder, that makes your colors bolder than you dare & you want to take her everywhere. She could be






—Gane, gane, gane —comenzó a canturrearle Miley a mi hermano Joe, al tiempo que hacia un pequeño baile de victoria. Reí ante la escena, se veía terriblemente adorable.
—Con trampa, así no se vale —se quejo Joseph.
—Claro, pero si tú hubieras ganado la cosa seria diferente ¿no? —se cruzo de brazos indignada.
—Ya Joe, ganamos limpiamente —dijo James, dando por terminada la discusión.
—Pues no sé si limpiamente aplique correctamente aquí —comento Demi caminando hacia Joe, para besar su mejilla—. Están todos cubiertos de lodo.
—Es la parte divertida —mencione.
—Exacto —secundo Miley— Aunque —dirigió su mirada a su reloj— Sera mejor irnos, prometí llegar temprano, si no, no podre salir esta noche.
—Bien vámonos —dijo Joe, abrazando a Demi. — Nos vemos esta noche chicos.
Nos despedimos de los demás y caminamos al auto de Joe.
— ¿Tu tía sigue en casa? —pregunto Joe a Miley, la cual hizo un gesto de desagrado.
—Si, por suerte Demi se quedara conmigo —sonrió agradecida a su amiga.
—No puedo dejarte sola con esas arpías —menciono Demi refiriéndose a las primas de Miley—. Además, mis padres no están y no me gusta estar sola en mi casa.
—Por eso te amo —dijo Miley besando su mejilla.
—Lo sé —dijo Demi abrazándola.
—Ya mucho amor —comento Joe separándolas— Si quieres dar amor dámelo a mí, soy tu novio no ella — Miley le saco la lengua, un gesto muy infantil el cual Joe imito.
Reí negando con la cabeza, al tiempo que le abría la puerta a Miley para que entrara, subí después de ella y el auto arranco al poco tiempo.
—Por favor que no estén en la sala —susurro Miley.
— ¿Por qué lo dices? —pregunte. Señalo su ropa, su cara y bueno su cuerpo en general cubierto de lodo.
— ¿Recuerdas que antier me prestaste algo de ropa cuando nos mojamos en tu casa? —Asentí, recordando ese pequeño incidente— Bueno eso sumado a que la vez anterior también regrese algo sucia, ocasiono que mi tía se enojara. Según ella no estoy actuando como una señorita y así jamás conseguiré un novio, ni mucho menos lograre casarme con un chico de “clase”— hizo comillas en el aire, soltando un bufido— ¿Un chico de clase? —Soltó otro bufido— El hecho de que Stacy tenga uno, porque sea una… —suspiro— No significa que hay algo mal en que yo no tenga—volteo a verme— ¿Cierto?
—Claro que no —conteste— Solo que aún no llega el chico correcto —le sonreí. Miley, imito mi gesto, abrazándome, para después recostarse en mi pecho.
—O tal vez ya llego, pero no tienes los ojos bien abiertos —agrego Joe, mirándonos con picardía. Lo fulmine con la mirada.
—Tal vez —murmuro Miley, abrazándome con un poco más de fuerza.
—Pero no te apresures, tiempo al tiempo, linda —bese su cabeza.
El viaje a casa de Miley fue más rápido de lo que me hubiera gustado. Baje del auto, para después ayudarla a bajar, al igual que Joe hizo con Demi.
—Gracias —sonrió— ¿Y a qué hora vienen por nosotras?
—Dentro de una hora ¿les parece bien? —pregunto Joe.
—Hora y media —dijo Demi— Hay mucho lodo que quitar de cierta persona —Miley se sonrojo desviando la mirada hacia el suelo.
—De acuerdo —le entrego la mochila y beso su mejilla.
—Gracias por traernos chicos —menciono Miley, besando la mejilla de Joe, al igual que la mía.
—No hay porque, nos vemos al rato —subimos al auto, mientras esperábamos que las chicas entraran para arrancar.
El camino a casa fue silencioso, lo cual es extraño estando en compañía de Joseph. Tampoco es como si el camino hubiera sido muy largo, de hecho solo vivimos a tres cuadras de la casa de Miley, pero aun así es raro.
— ¿Qué pasa? —pregunte al fin bajando del auto.
— ¿Por qué debería pasar algo? —indago.
—Te conozco, no es normal que estés tan callado. —se encogió de hombros. Estaciono el auto frete a la casa. Bajamos del auto y caminamos hacia la entrada.
—No hay nada que decir que quieras oír —comento, abriendo la puerta.
Me quede unos segundos, parado en el umbral de la puerta, hasta que me dirigí casi corriendo hacia la habitación de Kevin. Él era bueno dando consejos, y en esos momentos necesitaba uno con urgencia.
—-Adelante—se escucho del otro lado de la puerta. Entre y estuve parado en medio de la habitación por unos segundos— ¿Qué pasa hermano?
—Necesito un consejo —mencione despacio.
— ¿Qué pasa con Miley? —lo mire entre extrañado y sorprendido de que supiera— No me mires así—carcajeo— Es obvio que se trata de ella, o ¿me equivoco? —Negué con la cabeza— Entonces, ¿Qué pasa?
— ¿Cómo le digo que me gusta? —solté.
—Wow —levanto ambas cejas— Pues, busca el momento. Se directo, pero con tacto. Este es un paso importante y debes ser cuidadoso, no querrás arruinar su amistad. —asentí—. Hermano—voltee a verlo— Solo díselo, con confianza. No tienes nada que perder.
— ¡Claro que sí! —Grite— Perdón, pero que tal si no le gusto y las cosas no vuelven a ser como antes.
—Pero también puede que te corresponda —contraataco— No lo sabrás si no te arriesgas. —Dicho esto, comenzó a tocar su guitarra nuevamente.
Salí de la habitación suspirando, para dirigirme a la mía. Una larga y relajante ducha me ayudaría a aclarar mis pensamientos.
Conocía a Miley desde que tengo memoria prácticamente. Nuestros padres son viejos amigos, amistad que evidentemente heredamos, junto con mis hermanos. Mis padres adoran a Miley, para mamá era la hija que nunca tuvo. Ni que se diga de Kevin y Joe, era como su hermana menor, aunque Joe adoraba molestarla, estoy seguro daría lo que fuera porque ella fuera feliz. Y para Frankie, bueno era su incansable compañera de juegos y cómplice en sus travesuras. No quería arruinar nuestra amistad, tantos años de recuerdos y dulces momentos por dar un paso en falso, aunque no estaba seguro poder guardar ese sentimiento por mucho tiempo más.
Kevin tiene razón, si no me arriesgo, lo más probable es que no gane y eso no era opción.

—Ya deja tu cabello, Nicholas —estábamos frente a la puerta de casa de Miley y mis nervios no me dejaban en paz. Joe toco el timbre y unos minutos después la mamá de April abrió.
—Chicos, ¿cómo están? Pasen, pasen —abrió la puerta, para dejarnos entrar. Asentimos con una sonrisa, entrando a la sala. — Las chicas bajaran en un momento, ¿quieren algo?
—No, señora James, muchas gracias —conteste con una sonrisa.
—Joan —una señora de mediana edad entro a la sala, y se nos quedo viendo fijamente— Hola, ¿Quiénes son? —pregunto viendo a la señora James.
—Nick y Joe Jonas, amigos de Miley e hijos de unos viejos amigos. Vinieron a recogerla a ella y Demi para ir a los bolos —explico— Chicos, ella es mi cuñada Carol.
—Un gusto —Joe extendió su mano para saludarla, al igual que yo.
—Igual —comente. Tomo una mano a la vez asintiendo.
— ¡Joe! —se escucho a Demi bajando de las escaleras, abrazo a Joe y luego a mí. — Miley está por bajar. —asentí.
— ¡Deja eso! ¡Mamá! —se escucho el grito de Miley. La señora James soltó un suspiro cansado.
—Deja de pelear y baja de una vez Miley o se les hará tarde—dijo. Se escucho un bufido muy fuerte, e intente, al igual que Joe, sofocar un poco la risa que me causaba.
—Miley, saldré a prender el auto así que no tardes —comento Joe— Las traeré temprano —prometió, volteando a ver a la madre de Miley.
—No te preocupes, se que están en buenas manos —sonrió. Nos despedimos y salimos a esperar a Miley afuera.
—La mirada de la tía de Miley comenzaba a incomodarme —comente, apoyándome en el auto de Joe.
—A mi igual
—Ella es así —dijo Demi, acomodándose entre los brazos de Joe—. Te juzga en silencio, pero no es tan discreta como la señora James desearía. Ni ella ni Miley están felices de tenerlas aquí, pero el señor James no estaría tranquilo de ser lo contrario. Así que deben aguantarla hasta que regrese de su viaje. — se encogió de hombros.
La puerta principal se abrió, y de ella salió una muy hermosa Miley. Llevaba el cabello suelto, un vestido sencillo, un suéter y sus infaltables tenis.
—Chicos, les tengo una noticia —oí, más no preste demasiada atención ya que aun estaba embobado mirándola.
— ¿Cuál? —pregunto Demi.
—Mi prima vendrá con nosotras —dijo en tono de fastidio, al tiempo que una chica salía de la casa. Parecía algo menor que Miley. — Chicos ella es Leslie, Leslie ellos son Joe y Nicholas—reaccione al escuchar mi nombre.
—Un gusto —saludo coqueta.
—Igual —dijimos al unisonó Joe y yo.
—Sera mejor irnos —comento Demi. Todos asentimos entrando al auto. Abrí la puerta para que Leslie y Miley entraran.
—Te ves hermosa —le dije a Miley antes de que subiera, haciendo que se sonrojara levemente.
—Gracias —beso mi mejilla y entro al auto. Sonreí victorioso y entre.
El auto arranco y el silencio reino por unos instantes.
—Y… ¿Qué edad tienes, Leslie? —pregunto Joe intentando romperlo.
—Dieciséis, ¿y ustedes?—pregunto, mirándolo fijamente.
—Yo tengo veintiuno y Nick dieciocho —contesto Joe, algo incomodo.
—Genial —volteo a verme y sonrió coqueta. Miley, al percatarse de esto, paso su brazo por el mío y recargo su cabeza en mi hombro. Sonreí con suficiencia, al tiempo que recargaba mi cabeza sobre la suya.
El camino hacia los bolos, fue rápido y en silencio, el cual nadie se atrevió a romper nuevamente. Al llegar, los chicos ya se encontraban en una mesa, haciendo equipos.
— ¿Cómo quedaran los equipos? —pregunto Miley, después de haber presentado a su prima.
—Como siempre —contesto James— Claro, tu prima contigo. —Miley lo miro con cara de fastidio.
—Si no queda de otra —murmuro y se fue a la mesa.
— ¿Cuál es la apuesta de hoy? —pregunto Jeremy, acercándose, con un refresco y unos nachos.
— ¡Nachos! —grito Miley, levantándose a quitarle, ignorando su pregunta.
—Lo de siempre —conteste— Los perdedores pagan la cena —sonreí.
—Hecho —acepto Jeremy, intentando alejar sus nachos de Miley.
Los equipos se acomodaron en las mesas y el juego comenzó.

—No puedo creer que vayamos perdiendo —comento Miley, sentándose a mi lado.
—No puedo creer que estés jugando tan mal —le dijo Joe— Jamás te había visto jugar así —agrego algo sorprendido. En cierto modo, todos lo estábamos.
—Creo que esta no es mi noche —murmuro.
—No, al parecer no lo es primita —menciono Leslie. Miley la miro con desagrado y volteo hacia otro lado.
— ¡Kevin! —grito de repente, levantándose a abrazar a mi hermano.
— ¡Pequeña! —la imito Kevin, entre risas. — ¿Qué tal el juego? —pregunto al separarse.
—Ni me lo recuerdos —hizo mueca de enfado y se sentó nuevamente, lo que provoco una sonora carcajada por parte de mi hermano.
— ¿Tanto así? —pregunto.
—Peor —agrego Joe.
—Por cierto, Kevin ella es Leslie, mi prima. Leslie él es Kevin, hermano de Joe y Nick.
—Un gusto —dijo Kev, estrechando su mano.
—Igual —lo miro fijamente— Eres igual de guapo que tus hermanos —sonrió, intentado provocarlo. Kevin rio levemente.
—Gracias — Leslie estaba a punto de decir algo más pero April la interrumpió.
— ¿Qué haces por acá?
—Vine con unos amigos —señalo una mesa, no muy lejos de la nuestra— Y decidí venir a saludar. Sentía que hace años no te veía.
—Exagerado, nos vimos hace tres días. —le contesto riendo.
—Miley, te toca —dijo Robert, sentándose.
—Allá voy —se levanto, soltando un bufido.
—Suerte —le dije sonriendo, gesto que fue correspondido.
Respiro lentamente, mientras se preparaba a tirar.
—Y dime Nick, ¿tienes novia? —pregunto Leslie, acercándose más a mí.
—No, la verdad no —conteste, intentando centrar mi atención en Miley.
—No veo porque no. Cualquier chica seria afortunada de tener a alguien, tan lindo y… sexy como tu —sonrió coqueta, acariciando mi brazo. En ese instante, Miley aventó la bola, la cual se fue directamente por el canal. Hizo un leve berrinche y volvió a sentarse haciendo puchero.
—Ni una palabra —amenazo.
—Debo ir al baño, ¿me acompañas? —pregunto Demi volteando a ver a Miley, la cual asintió y se levanto a su lado.
—Las acompaño, chicas —dijo Leslie, levantándose.
—Tiene celos —dijo Kevin, una vez que las chicas desaparecieron.
— ¿Qué? —voltee a verlo algo confundido.
—Es obvio —se metió en la conversación Joe— Se nota que no soporta a su prima, mucho menos cuando esta te coquetea.
—Claro que no.
—Confía en nosotros —dijo Kevin pasando su brazo por mis hombros— Conozco a las mujeres, mejor aún, conozco a esta. Se lo que digo —me guiño el ojo al tiempo que se separaba y las chicas llegaban.
— ¿Todo bien? —pregunto Joe, al notar las caras de Demi y Miley.
—Sip —contesto Demi, besando levemente sus labios al tiempo que se acomodaba a su lado.
Miley se sentó a mi lado, recargando su cabeza en el hombro de Kevin, mientras que Leslie se sentó a mi otro lado, provocando una no muy linda mirada por parte de Miley.
— ¿Todo bien, linda? —pregunto Kevin. Ella asintió y suspiro quedamente.
— ¡Es mi turno! —Se levantó Leslie muy emocionada. Se acerco a tomar su bola, pero no pudo levantarla. — Nicholas —me llamo en tono seductor— ¿Podrías ayudarme?
—Claro —respondí algo incomodo. Tome su bola y la coloque en su mano.
— ¿Me ayudas a aventarla? Es que no soy muy buena en esto —se excuso.
—Supongo —asentí no muy convencido. Tome la mano donde había colocado la bola y me coloque detrás de ella. Su rostro quedo a centímetros del mío, pero intente no prestarle importancia.
—Mira, lo haces así y luego sueltas —moví su brazo— ¿De acuerdo? —asintió. Estaba a punto de regresarme, pero ella me detuvo.
—Pero ayúdame, la bola está muy pesada —hizo un puchero. Rodé los ojos y me acomode en la posición anterior.
Al aventar la bola, apenas y alcanzo a tirar algunos bolos, pero para ella fue suficiente para comenzar a saltar y abrazarme con fuerza.
—Gracias—repetía una y otra vez, besando mi mejilla.
—No hay por qué —sonreí, al tiempo que la separaba suavemente y me dirigía a mi asiento.
Miley, estaba erguida en su asiento con la mirada seria y los brazos cruzados.
—Bien, es hora de mi retirada —menciono Kevin, revisando su celular— Los veo en casa, chicos —beso la mejilla de Miley— Nos vemos, linda. Hasta luego Demi. Leslie —hizo un gesto con la mano y se marcho con sus amigos.
— ¿Todo bien? —pregunte después de varios minutos de silencio, a lo que ella asintió.
—Solo pensaba —murmuro. Acerque mi cuerpo al suyo y pase mi brazo por sus hombros.
— ¿En? —levanto la mirada para encontrarse con la mía.
—Tonterías —sonrió levemente.
—No creo que sean tonterías si te mantiene así por varios minutos —acaricie levemente su mejilla.
—Es que… —su celular comenzó a sonar con una melodía muy movida. Bufo y contesto — ¿Aló?... Si, tía… No, tía. Estamos fumando, tomando y drogándonos mientras nos prostituimos para conseguir más porque se nos está acabando —comento irónica, por lo cual reí, pero me detuve enseguida al ver su cara de pocos amigos— ¡¿QUE?!... No es justo… Bien —contesto a regañadientes y colgó.
— ¿Pasa algo? —pregunto Demi, al ver a su amiga con esa cara.
—Debemos volver —menciono entre dientes— Tía está preocupada por su bebe —miro con algo de odio a Leslie. Demi hizo una mueca.
—Ya que, ¿nos llevan? —le pregunto a Joe.
—Hasta la duda ofende, princesa —beso levemente sus labios, al tiempo que la ayudaba a levantarse.
—Pero yo no me quiero ir —comenzó a hacer berrinche, Leslie.
—No es mi problema. A la próxima habla con tu madre —dijo Miley, caminando a la salida, después de haberse despedido de los chicos.
Leslie soltó un gruñido, para seguir a su prima.
El camino de regreso, fue más rápido que de ida, pero igual de incomodo con los comentarios de Leslie.
—Bien, hemos llegado gente —comento Joe, apagando el motor.
—Gracias por traernos, Joey —dijo Miley
—No hay problema, Miley —sonrieron. Joe bajo para abrirle la puerta a Demi, acción que imite enseguida.
—Gracias de nuevo —menciono Miley, tras besar nuestras mejillas.
—No hay de qué. Cuidas a mi amor y no se duerman tarde —ordeno Joseph. Por lo cual las chicas rieron.
—No me hago responsable de nada —comento Miley en tono de burla.
— ¿Podemos entrar ya? —pregunto molesta Leslie.
—Si quieres entrar, nadie te detiene, primita —esta última palabra lo dijo forma burlona.
Leslie le hizo un gesto y camino a grandes zancadas hacia la casa.
—Sera mejor que nosotras también entremos — comento, una vez que su prima estuvo dentro de la casa. — Hablamos mañana —se despidió junto con Demi y caminaron hacia la casa.
—Invítala —susurro Joe, cerca de mi oído. Asentí, era ahora o nunca. Camine para acercarme un poco más, mientras Joe subía al auto
—Miley—ambas chicas se detuvieron y voltearon a verme— ¿Puedo hablar contigo un minuto? —rasque mi nuca algo nerviosa.
—Claro —sonrió acercándose a mí.
—Te espero adentro —Miley asintió— Adiós, Nick —hizo un gesto con la mano y entro.
— ¿Qué pasa? —pregunto, una vez que Demi estuvo adentro.
—Me preguntaba si, ¿quisieras ir al cine mañana conmigo? —solté al fin. Ella me miro algo sorprendida, pero muy sonriente.
—Claro, ¿a qué hora?
—Paso por ti, como a eso de las 6, ¿de acuerdo? —sonreí abiertamente.
—Claro, hablamos mañana —beso mi mejilla, muy cerca de mis labios y entro a la casa.
Aun con la sonrisa en el rostro, camine de regreso al auto.
— ¿A dónde la llevaras? —pregunto Joe, al ver mi sonrisa, la cual se ensancho por su pregunta.

— ¿Me veo bien? ¿Seguros? —les pregunte por enésima vez a mis hermanos.
—Nick —Kevin se levanto y se paro frente a mi— Te ves bien ¿de acuerdo? —Asentí— Además, a Miley le gustas como sea que te veas.
— ¿Cómo sabes tú eso? —pregunte desafiante.
—Hermano —interfirió Joe— Hasta yo lo noto. Aún y cuando estas cubierto de lodo. Confía en nosotros —guiño el ojo y desvió la vista a su celular nuevamente.
—De acuerdo —tome las llaves de mi auto— Deséenme suerte —comente antes de salir.
—No la necesitas —dijo Joe— Por cierto, ¿me llevas? Saldré con mi niña, no se quiere quedar sola con las primas de Miley.
—Seguro, vamos —salimos hacia mi auto.

—Hermano, ya déjate el cabello —repitió cansado Joe.
—Estoy nervioso —me excuse.
—Tranquilo —susurro, para después tocar el timbre.
La puerta se abrió pocos minutos después, para dejar ver a una recién bañada Emma.
—Hola, mi vida —beso cortamente los labios de mi hermano— Hola Nick —beso mi mejilla— Miley bajara en un momento, ¿quieres esperarla adentro? —Negué con la cabeza.
—La espero aquí afuera. Nos vemos —se despidieron entrando a la casa, mientras yo caminaba a recargarme en el coche. Pocos minutos después, Miley salió.
Traía una vestido rosa con negro, su chaquetita e infaltables converse. Hermosa, simplemente hermosa.
—Wow — mencione, por lo que ella se sonrojo notablemente— Te ves preciosa
—Gracias —sonrió— Tu tampoco te ves tan mal. —Le devolví el gesto— ¿Nos vamos?
—Madame —abrí la puerta con una leve reverencia. Rió.
—Gracias, Massieu —reímos levemente.
Rodee el auto y arrancamos.
— ¿Y qué película veremos? —pregunto, volteándome a ver sonriente.
—No lo sé —detuve el auto en un semáforo y voltee a verla. — La que desees —le sonreí.
—No te quejes luego he —advirtió, haciendo un tierno gesto.
—Nunca —sonreímos mutuamente y puse el auto en marcha.

—Me encanto —dijo, saliendo del cine.
—Sí, estuvo padre —coincidí. Se escucho un trueno y el cielo se comenzó a poner gris — Creo que lloverá —voltee a verla y lo ojos le brillaron.
—Amo la lluvia —menciono, cerrando los ojos, disfrutando la leve brisa y el olor a tierra mojada.
—Lo sé —conteste, admirándola. Otro trueno volvió a escucharse y como cascada, comenzó a caer el agua.







Miley abrió los ojos admirando la lluvia caer. Se quedo así unos minutos y después volteo a verme con una sonrisa picara en el rostro. Lo siguiente que supe, fue que comenzó a correr bajo la lluvia, riendo, bailando, simplemente disfrutando.
—Ven —tomo mi mano y me guió hacia el agua.
Comenzamos a jugar, bajo la lluvia. La gente pasaba, muchos nos veían raro, mientras que otros nos veían con una sonrisa.
Tome a Miley por la cintura y la levante.
—Bájame Nick —pidió entre risas. La baje y quedamos frente a frente.
Las risas lentamente fueron cesando, pero nuestras sonrisas no se borraban. Nuestros rostros quedaban a milímetros de distancia. Mis ojos pasaban de los suyos a su boca, al igual que los de ella. De un momento a otros, nuestros labios chocaron, bailando en un suave y lento compas.
Al separarnos, apoye mi frente con la suya y la sentí suspirar.
—Te quiero, Nicholas —abrí los ojos y me tope con su mirada seria, y su hermosa sonrisa.
—Yo también —volví a juntar nuestros labios, y la sentí sonreír en medio del beso. Por primera vez, me alegre de haber escuchado a mis hermanos.

Ella era una en un millón. La melodía que sonaba en mi cabeza cada día. Simplemente ella es todo lo que necesito en mi vida.





hola chicas como estan? lamento haberla abandonado pero es por culpa de la escuela tenia que estudiar y ya saben hacer tareas muchas pruebas por suerte estoy bien ya y podre subir mas seguido asi que las extraño y les dejo este one shot espero que les guste....<3

2 comentarios:

  1. aaaaaaaaaawwww mi vida
    mas tierno imposible
    malee me encanto C:
    hay amiga yo tmb ando desaparecida pero hago lo qe puedo, por otro lado tedeseo mucha mucha suerte en tu colegio y esas cosas para qe todo te salga bien y qe pronto puedas subir mas seguido amiga :)
    te quiero cuidate
    besoss *-*

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  2. aww hermoso male y quien no extrañaria de ti cosita tiernosota besotes hermoshaaa y acuerda todas las fotines de tu party

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