domingo, 30 de diciembre de 2012

Destroying Love


Mi corazón latía a mil por hora, creía que se saldría de mi pecho. Ninguno de los dos decía palabra alguna, nos había puesto en esta situación, no era fácil de sobre llevar. Él sólo caminaba de lado a lado por la sala, estaba que se lo llevaba el mismísimo diablo. Era mi culpa, nada de esto hubiese ocurrido de no ser porque cedí.

-Es que no lo puedo creer.- Se animó a decir rompiendo con el silencio de ultratumba – Tienes dos opciones Demi. Uno en el que estás conmigo y el segundo en el que estás con él, tienes que escoger.
-No puedo hacer eso.- Dije sin mirarlo a los ojos, moría de la vergüenza
-Sé que algo no anda bien, en tus ojos lo puedo ver. Dime con quién fue.- Repitió obligándome a verlo.

-Eso no puedo hacerlo Nicholas por favor entiéndeme, no es fácil para mí.-
-Demi me engañaste, es increíble que tú me hayas hecho esto ¿Qué te hice? Aparte de darte todo lo que más deseabas, un apartamento en New York para viviéramos juntos, un viaje a Londres para que terminarás tus estudios. Ya sé, quieres que nos comprometamos ¿Eso es lo que te hace falta?




-No es eso, un apartamento en NY para que me dejaras viviendo sola. Londres, fuiste tú quien quiso llevarme para que pudiésemos estar juntos en tu trabajo. Ahora definitivamente te volviste loco ¿casarme? Para que me sigas dejando sola y me lleves a tus galas como la novia trofeo, la que siempre es hermosa, se viste bien y luce muy bien a tu lado.
-No me cambies el tema y no me pongas como el malo de la película. Siempre quise lo mejor para ti, me aceptaste desde un principio tal y como era. Justamente ahora me vienes a decir que te sientes sola. Eso no te lo crees ni tú misma.

-¿Quieres saber algo? Él me hacía sentir que valía la pena, hermosa, inteligente. Que no sólo está allí para lucir bien, decía que mi opinión era importante, veía películas románticas conmigo los domingos en la noche. Me dejaba cocinarle e incluso intentamos hacer postres juntos, cosa que en tu vida quisiste hacer conmigo porque según “no sabía cocinar que eso no era para mí”
-Tengo tres opciones. La primera perdonarte y volvemos como si esto no hubiese pasado. La segunda romperle la cara al maldito ese y dejarte ir. La tercera es no volver contigo y dejarte ser feliz con él.-
-La segunda no me parece opción.- Dije llorando.- Es obvio que la tercera será mi decisión pero…

-Este apartamento será tuyo, en eso no tengo problema.-
-Necesito que me perdones.- Me arrodillé y empecé a llorar con más fuerza.- Por favor perdóname, no quería pero me sentía completamente sola.
-¿Con quién?- Dijo serio
-Joe.- Sin decir ni una sola palabra me dejó llorando en el piso de la sala y cerró la puerta con rabia. No sólo había destruido mi relación, había destruido su familia también.






miércoles, 26 de diciembre de 2012

You Stole My Heart




Tenía ocho largos años sin verlo. A los 18 me había decepcionado, se había acostado con mi hermana mayor y eso había sido motivo suficiente para alejarme de su vida.
-Mi vida era perfecta. Te odié y te olvidé...-Derramé un par de lágrimas y las limpié con furia.
-Mi vida ha sido un desastre sin ti, Miley -Aunque aun no derramaba lágrima alguna, en sus ojos estaba una gruesa capa de ellas. No tardaría.
-Te casaste con mi hermana. Con la estúpida de mi hermana-Si llamaba a mi hermana de esa manera, era por la forma en la que se deja pisotear por Nick. Como si ella fuese una alfombra.
-Yo...
-Tuviste que conformarte con la otra Cyrus, ¿no?-Bajó la mirada, mientras las ganas de matarlo se apoderaban de mí-Lárgate...-Pedí, alejándome de él y queriendo entrar a mi casa.
-Sí. Me tuve que conformar. ¿Sabes porqué?-Detuve mi paso en seco-Tiene tus mismos ojos, tu misma sonrisa, el mismo color de cabello...
-Es mi hermana, imbécil. Claro que...
-Pero ella no tiene mi corazón...-Quise decir algo, pero no podía. Me había tomado por sorpresa ese comentario.
-Es ridículo todo esto, Nicholas -Casi grité-Me amas a mí, te casaste con mi hermana, y, eso no es todo, a ella le pintas el cuerno con mi mejor amiga-Al decir cada cosa, enterré mi dedo índice en su pecho.
-¿Sabes qué es ridículo?-Me quedé callada, cruzándome de brazos-Que amándote como te amo, te haya dejado partir, sin decirte que tu hermana me agarró borracho hasta el punto que no sabía ni mi nombre...




-Pero te encontré besándote con ella en la fiesta de compromiso, y no estabas borracho, corazón-Al recordar su traición, todo el odio, la furia, el rencor regresaron a mi interior.
-Okey. En eso si no estaba borracho, pero...
-Eres un idiota. No sólo usas a mi hermana para olvidarme, sino que a ella la engañas con mi mejor amiga. ¡Eres un maldito bastardo, Nicholas !-Grité.
-Si. Soy un maldito bastardo. Soy infeliz. En la vida he amado a alguien como te amo a ti, Miley. ¿Sabes lo mucho que he sufrido estos años sin ti? No tienes ni idea.
-¿Y tú crees que me ha le pasado de lo lindo? ¡No!-Cerré los ojos y tomé un poco de aire-Me propuse olvidarte, Nick. Me dije que te tenía que olvidar, o moriría...-Los ojos de Nick mostraron más tristeza.
Se dio la media vuelta y colocó las manos en su cabeza.
-Me propuse lo mismo, Miley-Gritó en mi cara, una vez que giró a verme de nuevo-En cambio, he muerto un poco más todos los días. En todos mis malditos sueños, ahí estás, Miley. ¡Ya basta! Te he pedido perdón hasta el cansancio. ¿Qué más puedo hacer?
-Irte de mi vida. Eso puedes hacer. Te fuiste ocho años, y regresas ahora y...
-¡Es que yo nunca me fui!-Gritó-Siempre estuve aquí. Fuiste tú la que se fue... y tú... me dejaste solo, Miley...-Al decir eso, sus ojos no soportaron más las lágrimas, y salieron, llenando sus mejillas al instante-Jamás pude superar tu partida. Jamás pude olvidarte y...



-No debe ser tan difícil, Nick, por que tú...
-¿Tienes una maldita idea de qué es vivir sin la razón de tu existencia? ¡No, Cyrus! ¡No lo sabes!
-Eres un maldito. Un maldito hijo de... perra. ¡Un maldito hijo de perra sin corazón!-Fue lo último que grité, antes de darme la vuelta y entrar a mi casa.
Al estar adentro, cerré la puerta, me recargué en ella y me dejé caer, hasta llegar al piso. Limpié todas mis lágrimas, hasta que escuché su voz de nuevo.
-¡Pues claro que no tengo corazón, Miley!-Solté un sollozo, evitando a toda costa las lágrimas-¡No tengo corazón porque tú te lo llevaste!
Eso fue lo que necesité para salir corriendo a mi habitación, y llorar todo lo que no había llorado estos ocho años.




viernes, 21 de diciembre de 2012

Please do not hang up


"Diez días. Han pasado ya diez días desde que arruine lo único que era capaz de sostenerme en la vida y aun duele tal como si hubiera sido ayer y tal vez tú lo sientas igual…
Sé que probablemente no te tomes el tiempo de leer esta carta y lo entiendo después de todo solo fui una tonta, no te merecías nada de lo que te hice pasar.
¿Recuerdas todos esos hermosos momentos que pasamos juntos? Yo lo hago y espero que tú también. Aún ronda en mi cabeza tu melodiosa risa y el recuerdo de como lograbas sacarme una sonrisa cada día, decías que era demasiado risueña pero lo que no sabes es que eso era gracias a ti. Tal vez te sorprendería saber que desde ese día tan solo he vuelto a sonreír unas dos veces como máximo y nuevamente gracias a ti, a tú recuerdo.
De seguro te preguntas el ¿Por qué? Yo también lo hice y créeme que fue peor tener la respuesta a tener esa duda. Llevábamos ya casi dos años juntos, parecía demasiado bueno para ser verdad y fue justamente eso lo que provoco que una gran inseguridad creciera en mi interior ya que en toda mi vida jamás había sido tan feliz, jamás me había sentido tan amada. Eso me hizo pensar que tarde o temprano todo esto acabaría y no quería que pasara, no quería perderte.




Nunca olvidare la noche en que te conocí, como me perdí en tus ojos y me desconecte de todo el mundo quedando en ridículo frente a ti por diversos motivos en un solo día pero a pesar de todo resulto bien ya que si no me hubiera atrevido a hablarte jamás te hubiera tenido a mi lado.
Nunca olvidare la primera vez que besé tus labios. Fue algo sorpresivo, delicado y sobre todo dulce, más de lo que podría haber imaginado, nunca te lo dije pero llevaba soñando ese momento desde la primera vez que te vi y una vez que ocurrió supero por completo a mi imaginación. Podría llenar hojas diciéndote todos esos recuerdos que siempre permanecerán en mi interior pero lo resumiré diciéndote que nunca podre olvidar ni el mas mínimo detalle de mi vida que te incluya a ti.

Todos siempre dijeron que sacabas lo mejor de mí y siendo lo más honesta posible nunca entendí el por qué hasta ahora ya que todo lo bueno que había en mí ahora no es más que un recuerdo que de a poco se va perdiendo en la memoria y que dentro de poco desaparecerá por completo.

Recuerdo que alguna vez te dije que no podías respirar cuando no estás y ahora más que nunca siento lo verdadera que fue esa confesión porque mi vida sin ti no tiene sentido en lo absoluto, se podría decir que en este momento vivo contra mi propia voluntad…"

Nuevamente comenzaron a caer interminables lágrimas de mis ojos cayendo sobre el papel lo que provocó que se corriera la tinta.
Apreté el papel en mi mano formando una bola que luego voté al suelo junto a otro montón de papeles. Simplemente no era capaz de hacer esto




Tiré todo lo que había sobre mi cama y volví a acostarme aún ahogada en mis lágrimas tal como lo he pasado todos los últimos días y ya no podía más. Tenía que acabar con esto, tenía que tratar de arreglar lo que yo misma había arruinado.
Tomé el teléfono de mi velador con la mano temblorosa y sin pensarlo dos veces marqué su número esperando que ocurriera un milagro.

Al momento de escuchar nuevamente su angelical y varonil voz esa poca fuerza que me quedaba desapareció por completo
- Nicholas por favor no cuelgues…




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viernes, 30 de noviembre de 2012

She Could Be

She Could Be.
That one in a hundred million. A secret the world's been keeping. The music that keeps repeating inside your mind. Like an angel on your shoulder, that makes your colors bolder than you dare & you want to take her everywhere. She could be






—Gane, gane, gane —comenzó a canturrearle Miley a mi hermano Joe, al tiempo que hacia un pequeño baile de victoria. Reí ante la escena, se veía terriblemente adorable.
—Con trampa, así no se vale —se quejo Joseph.
—Claro, pero si tú hubieras ganado la cosa seria diferente ¿no? —se cruzo de brazos indignada.
—Ya Joe, ganamos limpiamente —dijo James, dando por terminada la discusión.
—Pues no sé si limpiamente aplique correctamente aquí —comento Demi caminando hacia Joe, para besar su mejilla—. Están todos cubiertos de lodo.
—Es la parte divertida —mencione.
—Exacto —secundo Miley— Aunque —dirigió su mirada a su reloj— Sera mejor irnos, prometí llegar temprano, si no, no podre salir esta noche.
—Bien vámonos —dijo Joe, abrazando a Demi. — Nos vemos esta noche chicos.
Nos despedimos de los demás y caminamos al auto de Joe.
— ¿Tu tía sigue en casa? —pregunto Joe a Miley, la cual hizo un gesto de desagrado.
—Si, por suerte Demi se quedara conmigo —sonrió agradecida a su amiga.
—No puedo dejarte sola con esas arpías —menciono Demi refiriéndose a las primas de Miley—. Además, mis padres no están y no me gusta estar sola en mi casa.
—Por eso te amo —dijo Miley besando su mejilla.
—Lo sé —dijo Demi abrazándola.
—Ya mucho amor —comento Joe separándolas— Si quieres dar amor dámelo a mí, soy tu novio no ella — Miley le saco la lengua, un gesto muy infantil el cual Joe imito.
Reí negando con la cabeza, al tiempo que le abría la puerta a Miley para que entrara, subí después de ella y el auto arranco al poco tiempo.
—Por favor que no estén en la sala —susurro Miley.
— ¿Por qué lo dices? —pregunte. Señalo su ropa, su cara y bueno su cuerpo en general cubierto de lodo.
— ¿Recuerdas que antier me prestaste algo de ropa cuando nos mojamos en tu casa? —Asentí, recordando ese pequeño incidente— Bueno eso sumado a que la vez anterior también regrese algo sucia, ocasiono que mi tía se enojara. Según ella no estoy actuando como una señorita y así jamás conseguiré un novio, ni mucho menos lograre casarme con un chico de “clase”— hizo comillas en el aire, soltando un bufido— ¿Un chico de clase? —Soltó otro bufido— El hecho de que Stacy tenga uno, porque sea una… —suspiro— No significa que hay algo mal en que yo no tenga—volteo a verme— ¿Cierto?
—Claro que no —conteste— Solo que aún no llega el chico correcto —le sonreí. Miley, imito mi gesto, abrazándome, para después recostarse en mi pecho.
—O tal vez ya llego, pero no tienes los ojos bien abiertos —agrego Joe, mirándonos con picardía. Lo fulmine con la mirada.
—Tal vez —murmuro Miley, abrazándome con un poco más de fuerza.
—Pero no te apresures, tiempo al tiempo, linda —bese su cabeza.
El viaje a casa de Miley fue más rápido de lo que me hubiera gustado. Baje del auto, para después ayudarla a bajar, al igual que Joe hizo con Demi.
—Gracias —sonrió— ¿Y a qué hora vienen por nosotras?
—Dentro de una hora ¿les parece bien? —pregunto Joe.
—Hora y media —dijo Demi— Hay mucho lodo que quitar de cierta persona —Miley se sonrojo desviando la mirada hacia el suelo.
—De acuerdo —le entrego la mochila y beso su mejilla.
—Gracias por traernos chicos —menciono Miley, besando la mejilla de Joe, al igual que la mía.
—No hay porque, nos vemos al rato —subimos al auto, mientras esperábamos que las chicas entraran para arrancar.
El camino a casa fue silencioso, lo cual es extraño estando en compañía de Joseph. Tampoco es como si el camino hubiera sido muy largo, de hecho solo vivimos a tres cuadras de la casa de Miley, pero aun así es raro.
— ¿Qué pasa? —pregunte al fin bajando del auto.
— ¿Por qué debería pasar algo? —indago.
—Te conozco, no es normal que estés tan callado. —se encogió de hombros. Estaciono el auto frete a la casa. Bajamos del auto y caminamos hacia la entrada.
—No hay nada que decir que quieras oír —comento, abriendo la puerta.
Me quede unos segundos, parado en el umbral de la puerta, hasta que me dirigí casi corriendo hacia la habitación de Kevin. Él era bueno dando consejos, y en esos momentos necesitaba uno con urgencia.
—-Adelante—se escucho del otro lado de la puerta. Entre y estuve parado en medio de la habitación por unos segundos— ¿Qué pasa hermano?
—Necesito un consejo —mencione despacio.
— ¿Qué pasa con Miley? —lo mire entre extrañado y sorprendido de que supiera— No me mires así—carcajeo— Es obvio que se trata de ella, o ¿me equivoco? —Negué con la cabeza— Entonces, ¿Qué pasa?
— ¿Cómo le digo que me gusta? —solté.
—Wow —levanto ambas cejas— Pues, busca el momento. Se directo, pero con tacto. Este es un paso importante y debes ser cuidadoso, no querrás arruinar su amistad. —asentí—. Hermano—voltee a verlo— Solo díselo, con confianza. No tienes nada que perder.
— ¡Claro que sí! —Grite— Perdón, pero que tal si no le gusto y las cosas no vuelven a ser como antes.
—Pero también puede que te corresponda —contraataco— No lo sabrás si no te arriesgas. —Dicho esto, comenzó a tocar su guitarra nuevamente.
Salí de la habitación suspirando, para dirigirme a la mía. Una larga y relajante ducha me ayudaría a aclarar mis pensamientos.
Conocía a Miley desde que tengo memoria prácticamente. Nuestros padres son viejos amigos, amistad que evidentemente heredamos, junto con mis hermanos. Mis padres adoran a Miley, para mamá era la hija que nunca tuvo. Ni que se diga de Kevin y Joe, era como su hermana menor, aunque Joe adoraba molestarla, estoy seguro daría lo que fuera porque ella fuera feliz. Y para Frankie, bueno era su incansable compañera de juegos y cómplice en sus travesuras. No quería arruinar nuestra amistad, tantos años de recuerdos y dulces momentos por dar un paso en falso, aunque no estaba seguro poder guardar ese sentimiento por mucho tiempo más.
Kevin tiene razón, si no me arriesgo, lo más probable es que no gane y eso no era opción.

—Ya deja tu cabello, Nicholas —estábamos frente a la puerta de casa de Miley y mis nervios no me dejaban en paz. Joe toco el timbre y unos minutos después la mamá de April abrió.
—Chicos, ¿cómo están? Pasen, pasen —abrió la puerta, para dejarnos entrar. Asentimos con una sonrisa, entrando a la sala. — Las chicas bajaran en un momento, ¿quieren algo?
—No, señora James, muchas gracias —conteste con una sonrisa.
—Joan —una señora de mediana edad entro a la sala, y se nos quedo viendo fijamente— Hola, ¿Quiénes son? —pregunto viendo a la señora James.
—Nick y Joe Jonas, amigos de Miley e hijos de unos viejos amigos. Vinieron a recogerla a ella y Demi para ir a los bolos —explico— Chicos, ella es mi cuñada Carol.
—Un gusto —Joe extendió su mano para saludarla, al igual que yo.
—Igual —comente. Tomo una mano a la vez asintiendo.
— ¡Joe! —se escucho a Demi bajando de las escaleras, abrazo a Joe y luego a mí. — Miley está por bajar. —asentí.
— ¡Deja eso! ¡Mamá! —se escucho el grito de Miley. La señora James soltó un suspiro cansado.
—Deja de pelear y baja de una vez Miley o se les hará tarde—dijo. Se escucho un bufido muy fuerte, e intente, al igual que Joe, sofocar un poco la risa que me causaba.
—Miley, saldré a prender el auto así que no tardes —comento Joe— Las traeré temprano —prometió, volteando a ver a la madre de Miley.
—No te preocupes, se que están en buenas manos —sonrió. Nos despedimos y salimos a esperar a Miley afuera.
—La mirada de la tía de Miley comenzaba a incomodarme —comente, apoyándome en el auto de Joe.
—A mi igual
—Ella es así —dijo Demi, acomodándose entre los brazos de Joe—. Te juzga en silencio, pero no es tan discreta como la señora James desearía. Ni ella ni Miley están felices de tenerlas aquí, pero el señor James no estaría tranquilo de ser lo contrario. Así que deben aguantarla hasta que regrese de su viaje. — se encogió de hombros.
La puerta principal se abrió, y de ella salió una muy hermosa Miley. Llevaba el cabello suelto, un vestido sencillo, un suéter y sus infaltables tenis.
—Chicos, les tengo una noticia —oí, más no preste demasiada atención ya que aun estaba embobado mirándola.
— ¿Cuál? —pregunto Demi.
—Mi prima vendrá con nosotras —dijo en tono de fastidio, al tiempo que una chica salía de la casa. Parecía algo menor que Miley. — Chicos ella es Leslie, Leslie ellos son Joe y Nicholas—reaccione al escuchar mi nombre.
—Un gusto —saludo coqueta.
—Igual —dijimos al unisonó Joe y yo.
—Sera mejor irnos —comento Demi. Todos asentimos entrando al auto. Abrí la puerta para que Leslie y Miley entraran.
—Te ves hermosa —le dije a Miley antes de que subiera, haciendo que se sonrojara levemente.
—Gracias —beso mi mejilla y entro al auto. Sonreí victorioso y entre.
El auto arranco y el silencio reino por unos instantes.
—Y… ¿Qué edad tienes, Leslie? —pregunto Joe intentando romperlo.
—Dieciséis, ¿y ustedes?—pregunto, mirándolo fijamente.
—Yo tengo veintiuno y Nick dieciocho —contesto Joe, algo incomodo.
—Genial —volteo a verme y sonrió coqueta. Miley, al percatarse de esto, paso su brazo por el mío y recargo su cabeza en mi hombro. Sonreí con suficiencia, al tiempo que recargaba mi cabeza sobre la suya.
El camino hacia los bolos, fue rápido y en silencio, el cual nadie se atrevió a romper nuevamente. Al llegar, los chicos ya se encontraban en una mesa, haciendo equipos.
— ¿Cómo quedaran los equipos? —pregunto Miley, después de haber presentado a su prima.
—Como siempre —contesto James— Claro, tu prima contigo. —Miley lo miro con cara de fastidio.
—Si no queda de otra —murmuro y se fue a la mesa.
— ¿Cuál es la apuesta de hoy? —pregunto Jeremy, acercándose, con un refresco y unos nachos.
— ¡Nachos! —grito Miley, levantándose a quitarle, ignorando su pregunta.
—Lo de siempre —conteste— Los perdedores pagan la cena —sonreí.
—Hecho —acepto Jeremy, intentando alejar sus nachos de Miley.
Los equipos se acomodaron en las mesas y el juego comenzó.

—No puedo creer que vayamos perdiendo —comento Miley, sentándose a mi lado.
—No puedo creer que estés jugando tan mal —le dijo Joe— Jamás te había visto jugar así —agrego algo sorprendido. En cierto modo, todos lo estábamos.
—Creo que esta no es mi noche —murmuro.
—No, al parecer no lo es primita —menciono Leslie. Miley la miro con desagrado y volteo hacia otro lado.
— ¡Kevin! —grito de repente, levantándose a abrazar a mi hermano.
— ¡Pequeña! —la imito Kevin, entre risas. — ¿Qué tal el juego? —pregunto al separarse.
—Ni me lo recuerdos —hizo mueca de enfado y se sentó nuevamente, lo que provoco una sonora carcajada por parte de mi hermano.
— ¿Tanto así? —pregunto.
—Peor —agrego Joe.
—Por cierto, Kevin ella es Leslie, mi prima. Leslie él es Kevin, hermano de Joe y Nick.
—Un gusto —dijo Kev, estrechando su mano.
—Igual —lo miro fijamente— Eres igual de guapo que tus hermanos —sonrió, intentado provocarlo. Kevin rio levemente.
—Gracias — Leslie estaba a punto de decir algo más pero April la interrumpió.
— ¿Qué haces por acá?
—Vine con unos amigos —señalo una mesa, no muy lejos de la nuestra— Y decidí venir a saludar. Sentía que hace años no te veía.
—Exagerado, nos vimos hace tres días. —le contesto riendo.
—Miley, te toca —dijo Robert, sentándose.
—Allá voy —se levanto, soltando un bufido.
—Suerte —le dije sonriendo, gesto que fue correspondido.
Respiro lentamente, mientras se preparaba a tirar.
—Y dime Nick, ¿tienes novia? —pregunto Leslie, acercándose más a mí.
—No, la verdad no —conteste, intentando centrar mi atención en Miley.
—No veo porque no. Cualquier chica seria afortunada de tener a alguien, tan lindo y… sexy como tu —sonrió coqueta, acariciando mi brazo. En ese instante, Miley aventó la bola, la cual se fue directamente por el canal. Hizo un leve berrinche y volvió a sentarse haciendo puchero.
—Ni una palabra —amenazo.
—Debo ir al baño, ¿me acompañas? —pregunto Demi volteando a ver a Miley, la cual asintió y se levanto a su lado.
—Las acompaño, chicas —dijo Leslie, levantándose.
—Tiene celos —dijo Kevin, una vez que las chicas desaparecieron.
— ¿Qué? —voltee a verlo algo confundido.
—Es obvio —se metió en la conversación Joe— Se nota que no soporta a su prima, mucho menos cuando esta te coquetea.
—Claro que no.
—Confía en nosotros —dijo Kevin pasando su brazo por mis hombros— Conozco a las mujeres, mejor aún, conozco a esta. Se lo que digo —me guiño el ojo al tiempo que se separaba y las chicas llegaban.
— ¿Todo bien? —pregunto Joe, al notar las caras de Demi y Miley.
—Sip —contesto Demi, besando levemente sus labios al tiempo que se acomodaba a su lado.
Miley se sentó a mi lado, recargando su cabeza en el hombro de Kevin, mientras que Leslie se sentó a mi otro lado, provocando una no muy linda mirada por parte de Miley.
— ¿Todo bien, linda? —pregunto Kevin. Ella asintió y suspiro quedamente.
— ¡Es mi turno! —Se levantó Leslie muy emocionada. Se acerco a tomar su bola, pero no pudo levantarla. — Nicholas —me llamo en tono seductor— ¿Podrías ayudarme?
—Claro —respondí algo incomodo. Tome su bola y la coloque en su mano.
— ¿Me ayudas a aventarla? Es que no soy muy buena en esto —se excuso.
—Supongo —asentí no muy convencido. Tome la mano donde había colocado la bola y me coloque detrás de ella. Su rostro quedo a centímetros del mío, pero intente no prestarle importancia.
—Mira, lo haces así y luego sueltas —moví su brazo— ¿De acuerdo? —asintió. Estaba a punto de regresarme, pero ella me detuvo.
—Pero ayúdame, la bola está muy pesada —hizo un puchero. Rodé los ojos y me acomode en la posición anterior.
Al aventar la bola, apenas y alcanzo a tirar algunos bolos, pero para ella fue suficiente para comenzar a saltar y abrazarme con fuerza.
—Gracias—repetía una y otra vez, besando mi mejilla.
—No hay por qué —sonreí, al tiempo que la separaba suavemente y me dirigía a mi asiento.
Miley, estaba erguida en su asiento con la mirada seria y los brazos cruzados.
—Bien, es hora de mi retirada —menciono Kevin, revisando su celular— Los veo en casa, chicos —beso la mejilla de Miley— Nos vemos, linda. Hasta luego Demi. Leslie —hizo un gesto con la mano y se marcho con sus amigos.
— ¿Todo bien? —pregunte después de varios minutos de silencio, a lo que ella asintió.
—Solo pensaba —murmuro. Acerque mi cuerpo al suyo y pase mi brazo por sus hombros.
— ¿En? —levanto la mirada para encontrarse con la mía.
—Tonterías —sonrió levemente.
—No creo que sean tonterías si te mantiene así por varios minutos —acaricie levemente su mejilla.
—Es que… —su celular comenzó a sonar con una melodía muy movida. Bufo y contesto — ¿Aló?... Si, tía… No, tía. Estamos fumando, tomando y drogándonos mientras nos prostituimos para conseguir más porque se nos está acabando —comento irónica, por lo cual reí, pero me detuve enseguida al ver su cara de pocos amigos— ¡¿QUE?!... No es justo… Bien —contesto a regañadientes y colgó.
— ¿Pasa algo? —pregunto Demi, al ver a su amiga con esa cara.
—Debemos volver —menciono entre dientes— Tía está preocupada por su bebe —miro con algo de odio a Leslie. Demi hizo una mueca.
—Ya que, ¿nos llevan? —le pregunto a Joe.
—Hasta la duda ofende, princesa —beso levemente sus labios, al tiempo que la ayudaba a levantarse.
—Pero yo no me quiero ir —comenzó a hacer berrinche, Leslie.
—No es mi problema. A la próxima habla con tu madre —dijo Miley, caminando a la salida, después de haberse despedido de los chicos.
Leslie soltó un gruñido, para seguir a su prima.
El camino de regreso, fue más rápido que de ida, pero igual de incomodo con los comentarios de Leslie.
—Bien, hemos llegado gente —comento Joe, apagando el motor.
—Gracias por traernos, Joey —dijo Miley
—No hay problema, Miley —sonrieron. Joe bajo para abrirle la puerta a Demi, acción que imite enseguida.
—Gracias de nuevo —menciono Miley, tras besar nuestras mejillas.
—No hay de qué. Cuidas a mi amor y no se duerman tarde —ordeno Joseph. Por lo cual las chicas rieron.
—No me hago responsable de nada —comento Miley en tono de burla.
— ¿Podemos entrar ya? —pregunto molesta Leslie.
—Si quieres entrar, nadie te detiene, primita —esta última palabra lo dijo forma burlona.
Leslie le hizo un gesto y camino a grandes zancadas hacia la casa.
—Sera mejor que nosotras también entremos — comento, una vez que su prima estuvo dentro de la casa. — Hablamos mañana —se despidió junto con Demi y caminaron hacia la casa.
—Invítala —susurro Joe, cerca de mi oído. Asentí, era ahora o nunca. Camine para acercarme un poco más, mientras Joe subía al auto
—Miley—ambas chicas se detuvieron y voltearon a verme— ¿Puedo hablar contigo un minuto? —rasque mi nuca algo nerviosa.
—Claro —sonrió acercándose a mí.
—Te espero adentro —Miley asintió— Adiós, Nick —hizo un gesto con la mano y entro.
— ¿Qué pasa? —pregunto, una vez que Demi estuvo adentro.
—Me preguntaba si, ¿quisieras ir al cine mañana conmigo? —solté al fin. Ella me miro algo sorprendida, pero muy sonriente.
—Claro, ¿a qué hora?
—Paso por ti, como a eso de las 6, ¿de acuerdo? —sonreí abiertamente.
—Claro, hablamos mañana —beso mi mejilla, muy cerca de mis labios y entro a la casa.
Aun con la sonrisa en el rostro, camine de regreso al auto.
— ¿A dónde la llevaras? —pregunto Joe, al ver mi sonrisa, la cual se ensancho por su pregunta.

— ¿Me veo bien? ¿Seguros? —les pregunte por enésima vez a mis hermanos.
—Nick —Kevin se levanto y se paro frente a mi— Te ves bien ¿de acuerdo? —Asentí— Además, a Miley le gustas como sea que te veas.
— ¿Cómo sabes tú eso? —pregunte desafiante.
—Hermano —interfirió Joe— Hasta yo lo noto. Aún y cuando estas cubierto de lodo. Confía en nosotros —guiño el ojo y desvió la vista a su celular nuevamente.
—De acuerdo —tome las llaves de mi auto— Deséenme suerte —comente antes de salir.
—No la necesitas —dijo Joe— Por cierto, ¿me llevas? Saldré con mi niña, no se quiere quedar sola con las primas de Miley.
—Seguro, vamos —salimos hacia mi auto.

—Hermano, ya déjate el cabello —repitió cansado Joe.
—Estoy nervioso —me excuse.
—Tranquilo —susurro, para después tocar el timbre.
La puerta se abrió pocos minutos después, para dejar ver a una recién bañada Emma.
—Hola, mi vida —beso cortamente los labios de mi hermano— Hola Nick —beso mi mejilla— Miley bajara en un momento, ¿quieres esperarla adentro? —Negué con la cabeza.
—La espero aquí afuera. Nos vemos —se despidieron entrando a la casa, mientras yo caminaba a recargarme en el coche. Pocos minutos después, Miley salió.
Traía una vestido rosa con negro, su chaquetita e infaltables converse. Hermosa, simplemente hermosa.
—Wow — mencione, por lo que ella se sonrojo notablemente— Te ves preciosa
—Gracias —sonrió— Tu tampoco te ves tan mal. —Le devolví el gesto— ¿Nos vamos?
—Madame —abrí la puerta con una leve reverencia. Rió.
—Gracias, Massieu —reímos levemente.
Rodee el auto y arrancamos.
— ¿Y qué película veremos? —pregunto, volteándome a ver sonriente.
—No lo sé —detuve el auto en un semáforo y voltee a verla. — La que desees —le sonreí.
—No te quejes luego he —advirtió, haciendo un tierno gesto.
—Nunca —sonreímos mutuamente y puse el auto en marcha.

—Me encanto —dijo, saliendo del cine.
—Sí, estuvo padre —coincidí. Se escucho un trueno y el cielo se comenzó a poner gris — Creo que lloverá —voltee a verla y lo ojos le brillaron.
—Amo la lluvia —menciono, cerrando los ojos, disfrutando la leve brisa y el olor a tierra mojada.
—Lo sé —conteste, admirándola. Otro trueno volvió a escucharse y como cascada, comenzó a caer el agua.







Miley abrió los ojos admirando la lluvia caer. Se quedo así unos minutos y después volteo a verme con una sonrisa picara en el rostro. Lo siguiente que supe, fue que comenzó a correr bajo la lluvia, riendo, bailando, simplemente disfrutando.
—Ven —tomo mi mano y me guió hacia el agua.
Comenzamos a jugar, bajo la lluvia. La gente pasaba, muchos nos veían raro, mientras que otros nos veían con una sonrisa.
Tome a Miley por la cintura y la levante.
—Bájame Nick —pidió entre risas. La baje y quedamos frente a frente.
Las risas lentamente fueron cesando, pero nuestras sonrisas no se borraban. Nuestros rostros quedaban a milímetros de distancia. Mis ojos pasaban de los suyos a su boca, al igual que los de ella. De un momento a otros, nuestros labios chocaron, bailando en un suave y lento compas.
Al separarnos, apoye mi frente con la suya y la sentí suspirar.
—Te quiero, Nicholas —abrí los ojos y me tope con su mirada seria, y su hermosa sonrisa.
—Yo también —volví a juntar nuestros labios, y la sentí sonreír en medio del beso. Por primera vez, me alegre de haber escuchado a mis hermanos.

Ella era una en un millón. La melodía que sonaba en mi cabeza cada día. Simplemente ella es todo lo que necesito en mi vida.





hola chicas como estan? lamento haberla abandonado pero es por culpa de la escuela tenia que estudiar y ya saben hacer tareas muchas pruebas por suerte estoy bien ya y podre subir mas seguido asi que las extraño y les dejo este one shot espero que les guste....<3

miércoles, 21 de noviembre de 2012

“Love Hurts”


“Love Hurts”






Habíamos tenido una muy larga y turbulenta historia. Nunca fui la chica hermosa, que todo hombre busca. No tenía ojos verdes, ni era rubia, mucho menos tenía el acento inglés que a él tanto enloquecía.

No sabía qué le encantaba de mí. Lo repetía una y otra vez, aseguraba que era hermosa y que debía estar segura de eso. Pero lo mío no era un problema de autoestima, simplemente sabía lo que tenía; me comparé más de una vez con su mejor amiga  Samantha. Era una belleza de mujer, me sentía opacada a su lado; la típica chica radiante como el sol que atrae a todo el mundo con una fuerza gravitatoria enorme. En mi caso no sentía celos por ninguna chica que se le acerba a Nicholas, era completamente normal que pasase eso pero Samantha  lograba que mis apellidos se me revolvieran y entrara en un estado de crisis y cólera al mismo tiempo, sinceramente no sé si esto era posible.

Más de una vez tuvimos discusiones por este tema que surgía de la nada, y que en general creo que eran mi culpa.

-Mi vida,  Samantha  vino a la ciudad a pasar unos días conmigo y a cuidarme mientras terminas tus exámenes y puedas venir.

-¿ Samantha? Bueno estás en buenísimas manos, mejor que en las mías. Deberías decirle que te cocine tu pasta favorita y que se siente a ver fútbol contigo. Ya sabes, es el amor de tu vida.

-No te pongas celosa- Dijo riendo – Sabes que eres el amor de mi vida.

-Aja, sí claro.-

-Miley, lo digo en serio.- Habló con un tono más fuerte.

-Está bien Sr. Nicholas le creo.-

Pero en verdad me estaba muriendo de la rabia, le escribía a mi mejor amiga Nathalie “Ella está con él allá y yo de este lado del país, no es justo, maldita sea no soy ella” a lo que Nath me respondía “Primero estás en exámenes finales y debes mantener tu promedio, segundo ¿Cuántas veces hemos hablado esto? Eres hermosa Miley, no debes compararte con ella, por algo Nicholas está contigo. Relájate y péinate hazme el favor”.

A veces ni sabía que tenía con Nick, cuando estaba de viaje me trataba muchísimo mejor que cuando estaba en casa. Todo era más distante, lloraba y lloraba; peleábamos constantemente y nos reconciliábamos era como una rutina. Desaparecía uno o dos días y me preocupaba y luego todo volvía a la normalidad.

Hicimos planes de matrimonio, tenía sólo 20 años y ya me podía imaginar casada con él y formando una familia. Tendríamos un perro e hijos, si eran varones jugarían fútbol, aprenderían la guitarra y el piano. Muy ilusa, lo sé.

Terminamos de manera definitiva cerca de la primera, no fue nada bonito ni de “amigos”. Nos dijimos hasta del mal que nos moriríamos. De eso unos 2 años, ahora pensándolo bien tuvimos algo que nadie podría reemplazar. Sinceramente me gustaba hablar con él sobre cualquier tema a cualquier hora, la manera en que me decía “mi vida, amor mío, hermosa, floja o fea” era algo que me enamoraba cada vez más.
Hace tres días estaba paseando con mi perro por el centro de la ciudad, era un día muy hermoso, distraída como siempre me tropecé con un chico más alto que yo y de ojos hermosos.

-¡Disculpa de verdad! Estaba completamente ida.- Dije apenada

-Un clásico Miley.- Dijo sonriendo – Nunca cambiarás, eres tú pues.-

-¡Nicholas! ¿Hola? Estás en la ciudad, que gusto verte por aquí. Tanto tiempo.-

-Pues estoy de paso, me quedaré unos 5 días a lo mucho. Que descortés he sido
¿Recuerdas a  Samantha?.- Estaba justo a su lado, hermosa como siempre Claro ¿Cómo olvidar al amor de tu vida? Igual de radiante como siempre.

-Cuéntame Miley ¿Qué ha sido de tu vida estos años?

-En lo mismo de siempre, la universidad me tiene como loca pero no me puedo quejar.

-Discúlpanos corazón es hora de que nos vayamos, estamos en contacto ¿Cierto?.-

-Sí por supuesto, hablamos pronto o eso espero.- me reí de manera nerviosa, no podía creer como este hombre me podía poner.

Esa noche llore hasta quedarme dormida, es una de las peores sensaciones que he vivido, ese vacío y que las lágrimas caigan con desesperación; despertar con dolor de cabeza, ojos hinchados como si tuviese resaca. No era capaz de marcar su número para decirle que si nos veíamos, para ponernos al corriente. Soy una cobarde. Llamé a Nath completamente desesperada

-Nath, necesito que me hagas un inmeso favor. Nick está en la ciudad, me lo conseguí. Pero necesito que sepas disimular, eres la que mejor relación tiene con él desde que terminamos hace años,

-¿Qué quieres que haga?- Adoraba que esa chica me respondiese de esa manera
-Estaba con  Samantha, no vi si iban de manos. Pregúntale ¿Si me ha superado? ¿Cómo me vio? ¿Si en algún momento se arrepintió? ¿Si me ha olvidado o no puede dormir? ¿Si le ha gustado verme? O si sólo fue a mí. Debo pedirte otro favor, necesito que averigües si ellos están juntos, si es así mientes por mí y sonriendo le dices que por él estoy muy feliz.

-¿Estás segura de eso Miley? Creo que ya es exagerado.- Dijo dubitativa

-Nathalie, lo vi y todo fue como la primera vez. Esa sonrisa, esos ojos, su perfume, como dijo mi nombre. Absolutamente todo, sigo enamora de él.- Fue lo último que respondí

-Díselo, no seas idiota. Dile que quieres abrazarlo, que mueres por verlo, que necesitas estar a su lado.-

-No lo haré, no me siento capaz pero por favor sobre todo pregúntale …Si le ha gustado verme o fue sólo a mí.







viernes, 9 de noviembre de 2012

The Best Of My Life- epílogo


11 DE JUNIO

Miley y Nick estaban celebrando su boda  en la gran mansión Jonas.






La música se podía escuchar en todos la casa las risas y las felicitaciones a la nueva pareja de casados.
Era el momento de la foto Miley tomo a Tony  en sus brazos un rubito con rulos alrededor de su cabeza y con los mismos ojos de su madre y Nick a Nicole igual que su padre pero con la nariz de su madre y al lado de Miley, Tish y Billy y al lado de Nick Paul.




Por fin todo era como tenia que ser pensó Miley un hijo y su padre reconciliados un suegro perdonado una su nueva cuñada Selena, sus amigos Demi y Joe, sus hermosos hijos y el amor de su vida.

No fue perfecto ni tampoco lo seria pero era lo mejor de su vida.



                     
FIN…