She Could Be.
That one in a hundred million. A secret the world's
been keeping. The music that keeps repeating inside your mind. Like an angel on
your shoulder, that makes your colors bolder than you dare & you want to
take her everywhere. She could
be
—Gane, gane, gane
—comenzó a canturrearle Miley a mi hermano Joe, al tiempo que hacia un pequeño
baile de victoria. Reí ante la escena, se veía terriblemente adorable.
—Con trampa, así
no se vale —se quejo Joseph.
—Claro, pero si tú
hubieras ganado la cosa seria diferente ¿no? —se cruzo de brazos indignada.
—Ya Joe, ganamos
limpiamente —dijo James, dando por terminada la discusión.
—Pues no sé si
limpiamente aplique correctamente aquí —comento Demi caminando hacia Joe, para
besar su mejilla—. Están todos cubiertos de lodo.
—Es la parte
divertida —mencione.
—Exacto —secundo
Miley— Aunque —dirigió su mirada a su reloj— Sera mejor irnos, prometí llegar
temprano, si no, no podre salir esta noche.
—Bien vámonos
—dijo Joe, abrazando a Demi. — Nos vemos esta noche chicos.
Nos despedimos de
los demás y caminamos al auto de Joe.
— ¿Tu tía sigue en
casa? —pregunto Joe a Miley, la cual hizo un gesto de desagrado.
—Si, por suerte
Demi se quedara conmigo —sonrió agradecida a su amiga.
—No puedo dejarte
sola con esas arpías —menciono Demi refiriéndose a las primas de Miley—.
Además, mis padres no están y no me gusta estar sola en mi casa.
—Por eso te amo
—dijo Miley besando su mejilla.
—Lo sé —dijo Demi abrazándola.
—Ya mucho amor
—comento Joe separándolas— Si quieres dar amor dámelo a mí, soy tu novio no
ella — Miley le saco la lengua, un gesto muy infantil el cual Joe imito.
Reí negando con la
cabeza, al tiempo que le abría la puerta a Miley para que entrara, subí después
de ella y el auto arranco al poco tiempo.
—Por favor que no
estén en la sala —susurro Miley.
— ¿Por qué lo
dices? —pregunte. Señalo su ropa, su cara y bueno su cuerpo en general cubierto
de lodo.
— ¿Recuerdas que
antier me prestaste algo de ropa cuando nos mojamos en tu casa? —Asentí,
recordando ese pequeño incidente— Bueno eso sumado a que la vez anterior
también regrese algo sucia, ocasiono que mi tía se enojara. Según ella no estoy
actuando como una señorita y así jamás conseguiré un novio, ni mucho menos
lograre casarme con un chico de “clase”— hizo comillas en el aire, soltando un
bufido— ¿Un chico de clase? —Soltó otro bufido— El hecho de que Stacy tenga
uno, porque sea una… —suspiro— No significa que hay algo mal en que yo no
tenga—volteo a verme— ¿Cierto?
—Claro que no
—conteste— Solo que aún no llega el chico correcto —le sonreí. Miley, imito mi
gesto, abrazándome, para después recostarse en mi pecho.
—O tal vez ya
llego, pero no tienes los ojos bien abiertos —agrego Joe, mirándonos con
picardía. Lo fulmine con la mirada.
—Tal vez —murmuro
Miley, abrazándome con un poco más de fuerza.
—Pero no te
apresures, tiempo al tiempo, linda —bese su cabeza.
El viaje a casa de
Miley fue más rápido de lo que me hubiera gustado. Baje del auto, para después
ayudarla a bajar, al igual que Joe hizo con Demi.
—Gracias —sonrió—
¿Y a qué hora vienen por nosotras?
—Dentro de una
hora ¿les parece bien? —pregunto Joe.
—Hora y media
—dijo Demi— Hay mucho lodo que quitar de cierta persona —Miley se sonrojo
desviando la mirada hacia el suelo.
—De acuerdo —le
entrego la mochila y beso su mejilla.
—Gracias por
traernos chicos —menciono Miley, besando la mejilla de Joe, al igual que la
mía.
—No hay porque,
nos vemos al rato —subimos al auto, mientras esperábamos que las chicas
entraran para arrancar.
El camino a casa
fue silencioso, lo cual es extraño estando en compañía de Joseph. Tampoco es
como si el camino hubiera sido muy largo, de hecho solo vivimos a tres cuadras
de la casa de Miley, pero aun así es raro.
— ¿Qué pasa?
—pregunte al fin bajando del auto.
— ¿Por qué debería
pasar algo? —indago.
—Te conozco, no es
normal que estés tan callado. —se encogió de hombros. Estaciono el auto frete a
la casa. Bajamos del auto y caminamos hacia la entrada.
—No hay nada que
decir que quieras oír —comento, abriendo la puerta.
Me quede unos
segundos, parado en el umbral de la puerta, hasta que me dirigí casi corriendo
hacia la habitación de Kevin. Él era bueno dando consejos, y en esos momentos
necesitaba uno con urgencia.
—-Adelante—se
escucho del otro lado de la puerta. Entre y estuve parado en medio de la
habitación por unos segundos— ¿Qué pasa hermano?
—Necesito un
consejo —mencione despacio.
— ¿Qué pasa con Miley? —lo mire entre extrañado y sorprendido de que supiera— No me mires
así—carcajeo— Es obvio que se trata de ella, o ¿me equivoco? —Negué con la
cabeza— Entonces, ¿Qué pasa?
— ¿Cómo le digo
que me gusta? —solté.
—Wow —levanto
ambas cejas— Pues, busca el momento. Se directo, pero con tacto. Este es un
paso importante y debes ser cuidadoso, no querrás arruinar su amistad.
—asentí—. Hermano—voltee a verlo— Solo díselo, con confianza. No tienes nada
que perder.
— ¡Claro que sí!
—Grite— Perdón, pero que tal si no le gusto y las cosas no vuelven a ser como
antes.
—Pero también
puede que te corresponda —contraataco— No lo sabrás si no te arriesgas. —Dicho
esto, comenzó a tocar su guitarra nuevamente.
Salí de la
habitación suspirando, para dirigirme a la mía. Una larga y relajante ducha me
ayudaría a aclarar mis pensamientos.
Conocía a Miley desde que tengo memoria prácticamente. Nuestros padres son viejos amigos,
amistad que evidentemente heredamos, junto con mis hermanos. Mis padres adoran
a Miley, para mamá era la hija que nunca tuvo. Ni que se diga de Kevin y Joe,
era como su hermana menor, aunque Joe adoraba molestarla, estoy seguro daría lo
que fuera porque ella fuera feliz. Y para Frankie, bueno era su incansable
compañera de juegos y cómplice en sus travesuras. No quería arruinar nuestra
amistad, tantos años de recuerdos y dulces momentos por dar un paso en falso,
aunque no estaba seguro poder guardar ese sentimiento por mucho tiempo más.
Kevin tiene razón,
si no me arriesgo, lo más probable es que no gane y eso no era opción.
—Ya deja tu
cabello, Nicholas —estábamos frente a la puerta de casa de Miley y mis nervios
no me dejaban en paz. Joe toco el timbre y unos minutos después la mamá de
April abrió.
—Chicos, ¿cómo
están? Pasen, pasen —abrió la puerta, para dejarnos entrar. Asentimos con una
sonrisa, entrando a la sala. — Las chicas bajaran en un momento, ¿quieren algo?
—No, señora James,
muchas gracias —conteste con una sonrisa.
—Joan —una señora
de mediana edad entro a la sala, y se nos quedo viendo fijamente— Hola,
¿Quiénes son? —pregunto viendo a la señora James.
—Nick y Joe Jonas,
amigos de Miley e hijos de unos viejos amigos. Vinieron a recogerla a ella y
Demi para ir a los bolos —explico— Chicos, ella es mi cuñada Carol.
—Un gusto —Joe
extendió su mano para saludarla, al igual que yo.
—Igual —comente.
Tomo una mano a la vez asintiendo.
— ¡Joe! —se
escucho a Demi bajando de las escaleras, abrazo a Joe y luego a mí. — Miley está por bajar. —asentí.
— ¡Deja eso!
¡Mamá! —se escucho el grito de Miley. La señora James soltó un suspiro cansado.
—Deja de pelear y
baja de una vez Miley o se les hará tarde—dijo. Se escucho un bufido muy
fuerte, e intente, al igual que Joe, sofocar un poco la risa que me causaba.
—Miley, saldré a
prender el auto así que no tardes —comento Joe— Las traeré temprano —prometió,
volteando a ver a la madre de Miley.
—No te preocupes,
se que están en buenas manos —sonrió. Nos despedimos y salimos a esperar a
Miley afuera.
—La mirada de la
tía de Miley comenzaba a incomodarme —comente, apoyándome en el auto de Joe.
—A mi igual
—Ella es así —dijo
Demi, acomodándose entre los brazos de Joe—. Te juzga en silencio, pero no es
tan discreta como la señora James desearía. Ni ella ni Miley están felices de
tenerlas aquí, pero el señor James no estaría tranquilo de ser lo contrario.
Así que deben aguantarla hasta que regrese de su viaje. — se encogió de
hombros.
La puerta
principal se abrió, y de ella salió una muy hermosa Miley. Llevaba el cabello
suelto, un vestido sencillo, un suéter y sus infaltables tenis.
—Chicos, les tengo
una noticia —oí, más no preste demasiada atención ya que aun estaba embobado
mirándola.
— ¿Cuál? —pregunto
Demi.
—Mi prima vendrá
con nosotras —dijo en tono de fastidio, al tiempo que una chica salía de la
casa. Parecía algo menor que Miley. — Chicos ella es Leslie, Leslie ellos son
Joe y Nicholas—reaccione al escuchar mi nombre.
—Un gusto —saludo
coqueta.
—Igual —dijimos al
unisonó Joe y yo.
—Sera mejor irnos
—comento Demi. Todos asentimos entrando al auto. Abrí la puerta para que Leslie
y Miley entraran.
—Te ves hermosa
—le dije a Miley antes de que subiera, haciendo que se sonrojara levemente.
—Gracias —beso mi
mejilla y entro al auto. Sonreí victorioso y entre.
El auto arranco y
el silencio reino por unos instantes.
—Y… ¿Qué edad
tienes, Leslie? —pregunto Joe intentando romperlo.
—Dieciséis, ¿y
ustedes?—pregunto, mirándolo fijamente.
—Yo tengo
veintiuno y Nick dieciocho —contesto Joe, algo incomodo.
—Genial —volteo a
verme y sonrió coqueta. Miley, al percatarse de esto, paso su brazo por el mío
y recargo su cabeza en mi hombro. Sonreí con suficiencia, al tiempo que
recargaba mi cabeza sobre la suya.
El camino hacia
los bolos, fue rápido y en silencio, el cual nadie se atrevió a romper
nuevamente. Al llegar, los chicos ya se encontraban en una mesa, haciendo
equipos.
— ¿Cómo quedaran
los equipos? —pregunto Miley, después de haber presentado a su prima.
—Como siempre
—contesto James— Claro, tu prima contigo. —Miley lo miro con cara de fastidio.
—Si no queda de
otra —murmuro y se fue a la mesa.
— ¿Cuál es la
apuesta de hoy? —pregunto Jeremy, acercándose, con un refresco y unos nachos.
— ¡Nachos! —grito
Miley, levantándose a quitarle, ignorando su pregunta.
—Lo de siempre
—conteste— Los perdedores pagan la cena —sonreí.
—Hecho —acepto
Jeremy, intentando alejar sus nachos de Miley.
Los equipos se
acomodaron en las mesas y el juego comenzó.
—No puedo creer
que vayamos perdiendo —comento Miley, sentándose a mi lado.
—No puedo creer
que estés jugando tan mal —le dijo Joe— Jamás te había visto jugar así —agrego
algo sorprendido. En cierto modo, todos lo estábamos.
—Creo que esta no
es mi noche —murmuro.
—No, al parecer no
lo es primita —menciono Leslie. Miley la miro con desagrado y volteo hacia otro
lado.
— ¡Kevin! —grito
de repente, levantándose a abrazar a mi hermano.
— ¡Pequeña! —la imito
Kevin, entre risas. — ¿Qué tal el juego? —pregunto al separarse.
—Ni me lo
recuerdos —hizo mueca de enfado y se sentó nuevamente, lo que provoco una
sonora carcajada por parte de mi hermano.
— ¿Tanto así?
—pregunto.
—Peor —agrego Joe.
—Por cierto, Kevin
ella es Leslie, mi prima. Leslie él es Kevin, hermano de Joe y Nick.
—Un gusto —dijo
Kev, estrechando su mano.
—Igual —lo miro
fijamente— Eres igual de guapo que tus hermanos —sonrió, intentado provocarlo.
Kevin rio levemente.
—Gracias — Leslie
estaba a punto de decir algo más pero April la interrumpió.
— ¿Qué haces por
acá?
—Vine con unos
amigos —señalo una mesa, no muy lejos de la nuestra— Y decidí venir a saludar.
Sentía que hace años no te veía.
—Exagerado, nos
vimos hace tres días. —le contesto riendo.
—Miley, te toca
—dijo Robert, sentándose.
—Allá voy —se
levanto, soltando un bufido.
—Suerte —le dije
sonriendo, gesto que fue correspondido.
Respiro
lentamente, mientras se preparaba a tirar.
—Y dime Nick,
¿tienes novia? —pregunto Leslie, acercándose más a mí.
—No, la verdad no
—conteste, intentando centrar mi atención en Miley.
—No veo porque no.
Cualquier chica seria afortunada de tener a alguien, tan lindo y… sexy como tu
—sonrió coqueta, acariciando mi brazo. En ese instante, Miley aventó la bola,
la cual se fue directamente por el canal. Hizo un leve berrinche y volvió a
sentarse haciendo puchero.
—Ni una palabra
—amenazo.
—Debo ir al baño,
¿me acompañas? —pregunto Demi volteando a ver a Miley, la cual asintió y se
levanto a su lado.
—Las acompaño,
chicas —dijo Leslie, levantándose.
—Tiene celos —dijo
Kevin, una vez que las chicas desaparecieron.
— ¿Qué? —voltee a
verlo algo confundido.
—Es obvio —se
metió en la conversación Joe— Se nota que no soporta a su prima, mucho menos
cuando esta te coquetea.
—Claro que no.
—Confía en
nosotros —dijo Kevin pasando su brazo por mis hombros— Conozco a las mujeres,
mejor aún, conozco a esta. Se lo que digo —me guiño el ojo al tiempo que se
separaba y las chicas llegaban.
— ¿Todo bien?
—pregunto Joe, al notar las caras de Demi y Miley.
—Sip —contesto
Demi, besando levemente sus labios al tiempo que se acomodaba a su lado.
Miley se sentó a
mi lado, recargando su cabeza en el hombro de Kevin, mientras que Leslie se
sentó a mi otro lado, provocando una no muy linda mirada por parte de Miley.
— ¿Todo bien,
linda? —pregunto Kevin. Ella asintió y suspiro quedamente.
— ¡Es mi turno!
—Se levantó Leslie muy emocionada. Se acerco a tomar su bola, pero no pudo
levantarla. — Nicholas —me llamo en tono seductor— ¿Podrías ayudarme?
—Claro —respondí
algo incomodo. Tome su bola y la coloque en su mano.
— ¿Me ayudas a
aventarla? Es que no soy muy buena en esto —se excuso.
—Supongo —asentí
no muy convencido. Tome la mano donde había colocado la bola y me coloque
detrás de ella. Su rostro quedo a centímetros del mío, pero intente no
prestarle importancia.
—Mira, lo haces
así y luego sueltas —moví su brazo— ¿De acuerdo? —asintió. Estaba a punto de
regresarme, pero ella me detuvo.
—Pero ayúdame, la
bola está muy pesada —hizo un puchero. Rodé los ojos y me acomode en la
posición anterior.
Al aventar la
bola, apenas y alcanzo a tirar algunos bolos, pero para ella fue suficiente para
comenzar a saltar y abrazarme con fuerza.
—Gracias—repetía
una y otra vez, besando mi mejilla.
—No hay por qué
—sonreí, al tiempo que la separaba suavemente y me dirigía a mi asiento.
Miley, estaba
erguida en su asiento con la mirada seria y los brazos cruzados.
—Bien, es hora de
mi retirada —menciono Kevin, revisando su celular— Los veo en casa, chicos
—beso la mejilla de Miley— Nos vemos, linda. Hasta luego Demi. Leslie —hizo un
gesto con la mano y se marcho con sus amigos.
— ¿Todo bien?
—pregunte después de varios minutos de silencio, a lo que ella asintió.
—Solo pensaba
—murmuro. Acerque mi cuerpo al suyo y pase mi brazo por sus hombros.
— ¿En? —levanto la
mirada para encontrarse con la mía.
—Tonterías —sonrió
levemente.
—No creo que sean
tonterías si te mantiene así por varios minutos —acaricie levemente su mejilla.
—Es que… —su
celular comenzó a sonar con una melodía muy movida. Bufo y contesto — ¿Aló?...
Si, tía… No, tía. Estamos fumando, tomando y drogándonos mientras nos
prostituimos para conseguir más porque se nos está acabando —comento irónica,
por lo cual reí, pero me detuve enseguida al ver su cara de pocos amigos—
¡¿QUE?!... No es justo… Bien —contesto a regañadientes y colgó.
— ¿Pasa algo?
—pregunto Demi, al ver a su amiga con esa cara.
—Debemos volver
—menciono entre dientes— Tía está preocupada por su bebe —miro con algo de odio
a Leslie. Demi hizo una mueca.
—Ya que, ¿nos
llevan? —le pregunto a Joe.
—Hasta la duda
ofende, princesa —beso levemente sus labios, al tiempo que la ayudaba a
levantarse.
—Pero yo no me
quiero ir —comenzó a hacer berrinche, Leslie.
—No es mi
problema. A la próxima habla con tu madre —dijo Miley, caminando a la salida,
después de haberse despedido de los chicos.
Leslie soltó un
gruñido, para seguir a su prima.
El camino de
regreso, fue más rápido que de ida, pero igual de incomodo con los comentarios
de Leslie.
—Bien, hemos
llegado gente —comento Joe, apagando el motor.
—Gracias por
traernos, Joey —dijo Miley
—No hay problema,
Miley —sonrieron. Joe bajo para abrirle la puerta a Demi, acción que imite
enseguida.
—Gracias de nuevo
—menciono Miley, tras besar nuestras mejillas.
—No hay de qué.
Cuidas a mi amor y no se duerman tarde —ordeno Joseph. Por lo cual las chicas
rieron.
—No me hago
responsable de nada —comento Miley en tono de burla.
— ¿Podemos entrar
ya? —pregunto molesta Leslie.
—Si quieres
entrar, nadie te detiene, primita —esta última palabra lo dijo forma burlona.
Leslie le hizo un
gesto y camino a grandes zancadas hacia la casa.
—Sera mejor que
nosotras también entremos — comento, una vez que su prima estuvo dentro de la
casa. — Hablamos mañana —se despidió junto con Demi y caminaron hacia la casa.
—Invítala —susurro
Joe, cerca de mi oído. Asentí, era ahora o nunca. Camine para acercarme un poco
más, mientras Joe subía al auto
—Miley—ambas
chicas se detuvieron y voltearon a verme— ¿Puedo hablar contigo un minuto?
—rasque mi nuca algo nerviosa.
—Claro —sonrió
acercándose a mí.
—Te espero adentro
—Miley asintió— Adiós, Nick —hizo un gesto con la mano y entro.
— ¿Qué pasa?
—pregunto, una vez que Demi estuvo adentro.
—Me preguntaba si,
¿quisieras ir al cine mañana conmigo? —solté al fin. Ella me miro algo
sorprendida, pero muy sonriente.
—Claro, ¿a qué
hora?
—Paso por ti, como
a eso de las 6, ¿de acuerdo? —sonreí abiertamente.
—Claro, hablamos
mañana —beso mi mejilla, muy cerca de mis labios y entro a la casa.
Aun con la sonrisa
en el rostro, camine de regreso al auto.
— ¿A dónde la
llevaras? —pregunto Joe, al ver mi sonrisa, la cual se ensancho por su
pregunta.
— ¿Me veo bien?
¿Seguros? —les pregunte por enésima vez a mis hermanos.
—Nick —Kevin se
levanto y se paro frente a mi— Te ves bien ¿de acuerdo? —Asentí— Además, a
Miley le gustas como sea que te veas.
— ¿Cómo sabes tú
eso? —pregunte desafiante.
—Hermano
—interfirió Joe— Hasta yo lo noto. Aún y cuando estas cubierto de lodo. Confía
en nosotros —guiño el ojo y desvió la vista a su celular nuevamente.
—De acuerdo —tome
las llaves de mi auto— Deséenme suerte —comente antes de salir.
—No la necesitas
—dijo Joe— Por cierto, ¿me llevas? Saldré con mi niña, no se quiere quedar sola
con las primas de Miley.
—Seguro, vamos
—salimos hacia mi auto.
—Hermano, ya
déjate el cabello —repitió cansado Joe.
—Estoy nervioso
—me excuse.
—Tranquilo
—susurro, para después tocar el timbre.
La puerta se abrió
pocos minutos después, para dejar ver a una recién bañada Emma.
—Hola, mi vida
—beso cortamente los labios de mi hermano— Hola Nick —beso mi mejilla— Miley bajara en un momento, ¿quieres esperarla adentro? —Negué con la cabeza.
—La espero aquí
afuera. Nos vemos —se despidieron entrando a la casa, mientras yo caminaba a
recargarme en el coche. Pocos minutos después, Miley salió.
Traía una vestido
rosa con negro, su chaquetita e infaltables converse. Hermosa, simplemente
hermosa.
—Wow — mencione,
por lo que ella se sonrojo notablemente— Te ves preciosa
—Gracias —sonrió—
Tu tampoco te ves tan mal. —Le devolví el gesto— ¿Nos vamos?
—Madame —abrí la
puerta con una leve reverencia. Rió.
—Gracias, Massieu
—reímos levemente.
Rodee el auto y
arrancamos.
— ¿Y qué película
veremos? —pregunto, volteándome a ver sonriente.
—No lo sé —detuve
el auto en un semáforo y voltee a verla. — La que desees —le sonreí.
—No te quejes
luego he —advirtió, haciendo un tierno gesto.
—Nunca —sonreímos
mutuamente y puse el auto en marcha.
—Me encanto —dijo,
saliendo del cine.
—Sí, estuvo padre
—coincidí. Se escucho un trueno y el cielo se comenzó a poner gris — Creo que
lloverá —voltee a verla y lo ojos le brillaron.
—Amo la lluvia
—menciono, cerrando los ojos, disfrutando la leve brisa y el olor a tierra
mojada.
—Lo sé —conteste,
admirándola. Otro trueno volvió a escucharse y como cascada, comenzó a caer el
agua.
Miley abrió los
ojos admirando la lluvia caer. Se quedo así unos minutos y después volteo a
verme con una sonrisa picara en el rostro. Lo siguiente que supe, fue que
comenzó a correr bajo la lluvia, riendo, bailando, simplemente disfrutando.
—Ven —tomo mi mano
y me guió hacia el agua.
Comenzamos a
jugar, bajo la lluvia. La gente pasaba, muchos nos veían raro, mientras que
otros nos veían con una sonrisa.
Tome a Miley por
la cintura y la levante.
—Bájame Nick
—pidió entre risas. La baje y quedamos frente a frente.
Las risas
lentamente fueron cesando, pero nuestras sonrisas no se borraban. Nuestros
rostros quedaban a milímetros de distancia. Mis ojos pasaban de los suyos a su
boca, al igual que los de ella. De un momento a otros, nuestros labios
chocaron, bailando en un suave y lento compas.
Al separarnos,
apoye mi frente con la suya y la sentí suspirar.
—Te quiero,
Nicholas —abrí los ojos y me tope con su mirada seria, y su hermosa sonrisa.
—Yo también —volví
a juntar nuestros labios, y la sentí sonreír en medio del beso. Por primera
vez, me alegre de haber escuchado a mis hermanos.
Ella era una en un
millón. La melodía que sonaba en mi cabeza cada día. Simplemente ella es todo
lo que necesito en mi vida.
hola chicas como estan? lamento haberla abandonado pero es por culpa de la escuela tenia que estudiar y ya saben hacer tareas muchas pruebas por suerte estoy bien ya y podre subir mas seguido asi que las extraño y les dejo este one shot espero que les guste....<3